Cuenta la leyenda que unos duendes buenos tuvieron que huir del bosque donde vivían en busca de un lugar seguro. Gracias a la amistad con los ángeles, éstos les obsequiaron con un colgante con una bola en su interior que a su vez tenía unas pequeñas campanillas como símbolo de protección. Los ángeles les dijeron que cuando se sintieran en peligro o desprotegidos, la agitaran y acudirían en su ayuda.
Disponible en diferentes colores aleatorios.