Conjunto de cuatro piedras planas ideales para terapias, con cuatro de los símbolos más ancestrales y poderosos del reiki.
El Cho Ku Rei, o el conector, actúa sobre la energía física de los seres vivos; el Hon Sha Ze Sho Nen, o La Pagoda, es el más poderoso de los sellos reiki más usuales. Representa los chakras y los cinco elementos; el Sei He Ki, o Armonía, actúa sobre las funciones del hemisferio cerebral derecho y el Dai Ko Myo, Gran Luz Brillante, es utilizado tanto para iniciación como para curación.
Es una piedra extremadamente poderosa y protectora, con una elevada vibración espiritual. Protege del ataque psíquico transmutando la energía en amor. Siendo un tranquilizante natural, bloquea las energías geopáticas y energías ambientales negativas. Su serenidad potencia los estados elevados de conciencia y meditación. Tiene grandes poderes curativos y limpiadores, y potencia la conciencia espiritual. Supera adicciones y bloqueos de todo tipo.
Es extremadamente benéfica para la mente, relajándola o estimulándola, según resulte adecuado. Mentalmente, te ayuda a que te sientas menos disperso, más enfocado y en control de tus facultades. Potencia la asimilación de nuevas ideas y conecta la causa efecto. La amatista facilita el proceso de toma de decisiones, aportando sentido común e intuiciones espirituales, y pone en práctica las decisiones y comprensiones.
Ayuda en casos de insomnio causados por una mente hiperactiva y protege de las pesadillas recurrentes.
Potencia la memoria y mejora la motivación.
La amatista equilibra las subidas y bajadas, favoreciendo el centramiento emocional. Disipa la furia, la ira el miedo y la ansiedad. Alivia la tristeza y la pena, ayuda a integrar las pérdidas