De utilidad en situaciones de tristeza y abatimiento, en procesos de decaimiento e indolencia cuando falta el coraje para afrontar los problemas de la vida cotidiana. Mejora el ánimo frente a rigores ambientales especialmente los derivados de la altura y la carencia de oxígeno. Muy indicada en personas con el «pecho cerrado» (miedo a abrirse a la vida) o que «temen por su pecho» (corazón, pulmones, etc.). Ayuda a relajar tensiones emocionales.