Actúa en conflictos relacionados con la naturaleza femenina: alteraciones menstruales, miedo a la concepción y al embarazo, pérdida de fertilidad, anorgasmia, miedo a la maternidad, etc. Ayuda a conciliar el rol femenino con la realización profesional. En el hombre, despierta sentimientos maternales para con los hijos. Alivia los conflictos relacionados con el «nivel genital», mejorando la sensibilidad.