Atrévete a ser tu maestro es una invitación a la alegría, sin complejos. Una celebración de quienes somos y de nuestra enorme capacidad. Un voto de confianza hacia nosotros mismos. Todo ser humano puede alcanzar su propia maestría. Todos tenemos este derecho, y el grandioso poder para conseguirlo.
La budeidad, la iluminación o el despertar significan lo mismo. Y se alcanzan cuando uno llega a la frecuencia o al estado de paz y calma en su mente, en su corazón, en su cuerpo y en su espíritu. Es justo el punto en el que uno consigue olvidarse de sí mismo y acceder a la nada y atravesarla para encontrarse en el todo. Allí se fusiona con la luz del amor incondicional. En ese momento sabe que forma parte de un todo y se siente «en casa». A partir de ese instante nada es igual. Ya se ha convertido de nuevo en su niño interior, en la inocencia pura. Ya ha logrado la comprensión de la vida. Solo sabe que hay que vivir y despreocuparse de todo. Su nueva luz será el faro que muchos seguirán, porque sienten una atracción especial sin saber el motivo. Tú también puedes ser ese faro.
¿Cuánto tiempo más vas a desperdiciar sin ser una persona verdadera?
Una persona auténtica:
- admite las lecciones que se imponen a sí mismas,
- no teme las consecuencias de sus actos,
- rechaza la dependencia que genera el victimismo
- y reconoce los espejismos del temor.