Esta pequeña joya se centra en el más práctico de todos los saberes: cómo llevar una vida buena, en armonía con nosotros y con los demás, alegre y serena. ¿Por qué cultivar la vida interior? Sencillamente porque la felicidad se asienta en el trabajo sobre uno mismo y no sobre los aspectos externos de nuestra existencia o en meros conocimientos utilitarios.