El cuarzo absorbe, almacena, libera y regula la energía, y es excelente para desbloquear.
Genera electromagnetismo y disipa la electricidad estática.
Este cristal funciona a un nivel vibratorio sintonizado con los requisitos energéticos específicos de la persona que necesita sanación o que emprende un trabajo espiritual. Lleva la energía al estado más perfecto posible, volviendo al punto anterior a cuando se contrajo la enfermedad. Limpia y potencia los órganos y los cuerpos sutiles, y actúa como profundo limpiador del alma, conectando las dimensiones físicas con la mente.
Espiritualmente, eleva la energía al nivel más elevado posible. Como contiene todos los colores posibles, el cuarzo claro opera a todos los niveles del ser.
Potencia las capacidades psíquicas y te sintoniza con tu propósito espiritual. Usado en meditación, el cuarzo filtra las distracciones.
A nivel mental, favorece la concentración y activa la memoria. Es un gran ahorrador de energía.