No existen dos tipos de voz, una para cantar y otra para hablar. Son la misma. Quien canta mal, asimismo habla y respira mal. La voz revela nuestro bienestar o malestar psicológico interno, pero, a la vez, es el instrumento que nos permitirá redescubrir nuestro verdadero Ser. La voz es una característica tan específica de una persona como sus huellas dactilares. Constituye, simultáneamente, tanto un síntoma de sus problemas psicológicos como un instrumento para su evolución interior. El cuerpo y la mente forman un todo. El libro no solo se limita a reafirmar esa realidad, sino que la lleva a la práctica. El autor de este libro ha sido cantante de ópera, pero su investigación sobre la voz le ha llevado mucho más allá. Así, ha elaborado un método de trabajo que es, a la vez, terapia y acompañamiento espiritual. Encontrar nuestra propia voz es mucho más que saber cantar en un determinado registro musical. La voz no solo se origina en la garganta, sino que involucra a todo el cuerpo. La voz nos ayuda a percibir y a recorrer los entresijos de nuestro interior físico y psíquico. Hay que descender hasta nuestras fuerzas pulsionales, hasta nuestra sexualidad, para poder llevar la voz hacia lo alto. Educar la voz es útil para todo tipo de personas, tanto para quienes la necesitan como herramienta de trabajo como para quienes deseen utilizarla como instrumento para su desarrollo personal y espiritual.
Francés de origen belga, Serge Wilfart estudió música y canto en un conservatorio oficial y durante años se dedicó profesionalmente a la ópera como tenor. Investigador nato, su método de aducación de la voz es también una herramienta de evolución psicológica y espiritual.