Las emociones son un recurso con el que nacemos, que nos permite adaptarnos a las experiencias que vivimos en cada momento e influyen en nuestra toma de decisiones, nuestro comportamiento y nuestra calidad de vida. Sin embargo, la mayoría de nosotros no hemos recibido educación emocional, y este «analfabetismo emocional» lo estamos pagando con un coste muy alto. El aumento de la depresión, la ansiedad y el estrés son tan solo algunos ejemplos de esa falta de educación e inteligencia emocional.