La selenita es uno de los primeros minerales en formarse por la evaporación de agua marina en los lagos y mares cerrados. Metafóricamente, podríamos decir que la selenita es una extraordinaria "sal de la tierra". Muestra una transparencia especial, glacial, fina, estriada y muy delicada. La mayor parte de los cristales de selenita son estriados. Las largas líneas sobresalientes en toda su longitud animan y canalidan una energía de alta frecuencia a través del cuerpo entero del cistal. La selenita es luz líquida y las estrías, las sendas para la sustancia luminosa del espíritu. También puede emplearse para aclarar estados mentales problemáticos o confusos.