La gimnasia facial constituye un medio natural de corrección no temporal, sino definitiva, que ahorra tener que soportar una anestesia, horas de quirófano, suturas, implantes y cirugía. Posee además la ventaja de conservar y recuperar el aspecto juvenil a base de potenciar las propias estructuras naturales, sin rechazos ni cicatrices. Solo el ejercicio regular y sistemático puede mejorar la estructura muscular de todo el cuerpo y también de la cara. Con técnicas muy sencillas y sin ayuda de ningún tipo de máquina, cualquier persona podrá mejorar su aspecto físico. La constancia en su práctica consigue una mayor tersura de la piel, con lo que disminuye o se impide la formación de arrugas. Este libro se convertirá en una ayuda inestimable para todos aquellos que quieran mejorar su aspecto sin tener que pasar por el quirófano.