Este milenario instrumento, procedente de la cordillera del Himalaya, produce un sonido armónico, resonante y sanador. Su apariencia es sencilla pero su elaboración requiere una aleación de metales muy especial. Solo los antiguos artesanos del metal eran capaces de realizar piezas sublimes, por lo que habrá que saber diferenciar el cuenco antiguo del actual. Su manejo es sencillo. Se puede friccionar su borde con una baqueta de madera y extraer un sonido en espiral, o percutirlo con delicadeza para dejar flotar los armónicos en el espacio. El efecto es inmediato. La mente se para. De ahí su extendido uso como instrumento relajante o soporte para la meditación. Las ondas que emite el Cuenco componen una vibración claramente perceptible y se puede usar para masajes terapéuticos, armonización de chacras o estímulo emocional. Antiguo. Pocas escuelas ofrecen piezas tan buenas en formato pequeño. Excelente fricción y en tamaño M y L con vibración terapéutica.
Diámetro aproximado del cuenco: 33 cm
Incluye baqueta de madera