Cuenco cantor de mezcla de bronce con patina negra satinada. Tres anillos finos grabados rodean el cuerpo, aportando un toque decorativo sobrio sin romper la superficie oscura.
Kuro-orin Sonido Puro, Forma Minimalista
Inspirado en las campanas orin de los altares domésticos japoneses, este cuenco emite una resonancia clara y sostenida, ideal para la meditación, ejercicios de respiración y sesiones de sonoterapia. Su diseño sobrio y funcional sitúa el sonido en primer plano.
Fabricación de los cuencos cantores Kuro-orin
El bronce se funde y se alea, luego se lamina en hojas uniformes. Se prensan discos circulares en moldes de precisión para garantizar un grosor y una forma constantes. Tras el formado, cada cuenco se ennegrece mediante una patinación con sulfuro una rápida inmersión en hígado de azufre que produce un acabado negro satinado, profundo y uniforme. El resultado es un cuenco duradero, de bajo mantenimiento, que ofrece un rendimiento fiable sesión tras sesión.