Necesitamos protección en aquellas situaciones o ambientes hostiles que desestructuran nuestro campo energético. Especialmente en: - relaciones con personas con una fuerte carga emocional - hospitales, juzgados, tanatorios, ambulatorios. - ambientes con una fuerte tensión, estrés, insatisfacción... - y en trabajos terapéuticos y de sanación