Es una piedra extraordinariamente poderosa y protectora con una elevada vibración espiritual. Bloquea las tensiones geopáticas y las energías ambientales negativas. La amatista es extremadamente beneficiosa para la mente, relajándola o estimulándola según resulte adecuado. Facilita el proceso de toma de decisiones, aportando sentido común e intuiciones espirituales.