Son cristales de cuarzo tratados con una irradiación de titanio, consiguiendo potenciar la energía de los cristales que además resultan de unos colores deslumbrantes con tonos brillantes, azules y grises.
Sana, limpia y calma el aura.
Activa los chakras, especialmente el de la garganta, activando la comunicación del corazón. Libera la negatividad.