La sociedad en la que vivimos no nos ahorra sobresaltos,abrumándonos con nuevos problemas, que afectan en mayor o menor medida nuestro quehacer cotidiano. Los niños y niñas,sensibles a los ánimos exaltados de su entorno, junto con su innata necesidad de moverse, necesitan momentos de relajamiento.
Casi sin excepción les gusta tener un estuche de lápices de colores y dibujar a su aire en un papel.
Colorear estos soprendentes y armoniosos mandalas es otra opción sencilla y creativa, que los mantendrá concentrados y en calma