Se considera una potente piedra de crecimiento personal y transformación. Como piedra negra es usada para la protección, la limpieza y la purificación. Está relacionada con el 1º chakra, con la madre tierra, y representa la integración de la luz en el mundo terrenal, de manera consciente y dinámica.
Actúa de forma más suave que las otras variedades de obsidiana. Fomenta el enraizamiento y ayuda a aliviar la tensión y la tristeza. Es conocida por su fuerza y por sus propiedades curativas. Simbólicamente representa el "espejo" al que se refleja la totalidad del ser, con su sombra y con su luz. Una de sus características es la de mostrar de forma directa aquellos aspectos limitantes y ensombrecidos de uno mismo, para así dar la oportunidad de sanarlos, liberarlos o integrarlos. Con este propósito puede sacar a la luz bloqueos, traumas y recuerdos del pasado. Se recomienda tomar consciencia de sus propiedades y de su capacidad movilizadora antes de usarla.
Tamaño aproximado: 2.5 cm.