El lapislázuli es maestro de luz. Es la piedra de la sabiduría, de la verdad, de la integridad y de la iluminación. Es protector contra los ataques psíquicos externos. Piedra Yang, es un importante activador de energía. El lapislázuli establece relaciones de amor y amistad, y ayuda a expresar los sentimientos y emociones. Te anima a hacerte cargo de tu vida.
El lapislázuli era una piedra sagrada para los egipcios. La utilizaron en sus templos porque creyeron que era una piedra del cielo (por su color que parece al cielo nocturno con manchitas plateadas que parecen estrellas). Dicen que los ángeles regalaron a la humanidad, a Moisés, las leyes en piedras de lapislázuli.
Propiedades en relación a salud, fisiológicamente:
Libera la tensión, la depresión y el estrés trayendo una paz profunda
Refuerza el sistema esquelético
Activa la tiroides
Da mayor vitalidad al organismo, aumentando su fuerza
Incrementa la virilidad
Protege contra la epilepsia
Reduce la presión sanguínea
Alivia las migrañas
Alivia el insomnio y el vértigo
Propiedades en relación a salud, emocionalmente:
Promueve la claridad mental abriendo la mente a lo divino.
Potencia el trabajo con los sueños (colocarlo debajo de la almohada)
Incrementa el poder del tercer ojo y la comunicación con el yo superior y los espíritus guía.
Aumenta la expresión creativa
Es protector contra ataques psíquicos externos, los bloquea y devuelve la energía a su fuente.
Enseña el poder de la palabra hablada, y puede invertir maldiciones o inquietudes causadas por no haberse expresado en el pasado.
Los Chakras:
Facilita la apertura de los chakras en general. Abre el tercer Ojo (Sexto Chakra) y equilibra el chakra de la garganta (Quinto Chakra).
Posición
Llévalo puesto sobre la garganta o el tercer ojo. EL lapislázuli debe ponerse encima del diafragma, en cualquier lugar entre el esternón y la parte alta de la cabeza.