La malaquita absorbe las energías negativas, tomándolas de la atmósfera y el cuerpo. Hay que limpiarla antes y después de usarla.
Limpia y activa los chacras.
Psicológicamente, es la piedra de la transformación. Muestra lo que impide tu crecimiento espiritual. Lleva a manifestar sentimientos profundos y causas psicosomáticas, rompe vínculos no deseados, y enseña a asumir responsabilidades por las propias acciones, pensamientos y sentimientos. Libera las inhibiciones y anima a expresar los sentimientos. Alivia la timidez y sustenta las amistades. Favorece el proceso de renacimiento.
Mentalmente, va al núcleo del problema potenciando la intuición y la comprensión.
La malaquita ahuyenta las pesadillas y los malos sueños. Puede ayudar a recibir comprensiones del subconsciente.
Mejora el estado de ánimo, ayuda a regenerar los tejidos, equilibra desarreglos emocionales y situaciones de crisis.
La malaquita es la piedra de la inteligencia y favorece la inspiración; es el símbolo de la creatividad,
Piedra indicada para el mal de ojo, las envidias y los celos.
Cura las penas de amor y hace volver a los amantes ausentes. Aporta equilibrio y armonía, y abre al amor incondicional.
Es la llamada piedra del equilibrio, porque ayuda a canalizar las propias energías y dirigirlas hacia un objetivo.