Aporta a quien lo usa alegría, simpatía y encanto personal, usado también para la seducción y atracción del sexo opuesto.
Es, además, un excelente amuleto de protección, su color negro profundo absorbe las bajas energías y las disipa en su abismo interior, neutralizando las envidias, el mal de ojo y las malas vibraciones que puedan atacar a quien lo lleva.